martes, 30 de octubre de 2012

Temática
 Como consecuencia del enfrentamiento que se produce entre el espíritu idealista del escritor y la cruda realidad, la  desesperación y la decepción se adueñan de las obras literarias y surge una nueva temática muy distante de la del Neoclasicismo, en la que prevalecen los sentimientos sobre la razón.
El amor:Es un tema que posee una doble vertiente. Por un lado, el amor es un sentimiento idealizado y divino que lleva a equiparar a la amada con Dios. Por otro lado, es una fuerza apasionada que domina y destruye al ser humano sometiéndolo a un destino trágico.
La naturaleza:Para el escritor romántico, el paisaje es una proyección de sus sentimientos. Se convierte en una compañera con la que se comunica.
De ahí que prefieran los ambientes lúgubreslibres y agrestes que estén en consonancia con su mundo interior: ruinas de castillos medievales, bosques tenebrosos, cementerios,...
La evacion: El autor romántico huye de su espacio y tiempo presente y se refugia en uno lejano y remoto.
La huida en el espacio le llava a países exóticos orientales y nórdicos, donde recrea su colorido y fastuosidad. La evasión en el tiempo lo conduce, sin ningún interés histórico, a la recuperación de misterios, leyendas y valores de la época remota medieval y del romancero.
La muerte:Éste es un elemento que cobra mucho sentido en el Romanticismo, ya que el héroe no duda en morir por conseguir hacer realidad sus deseos y ambiciones: libertad, amor,...
Este sentimiento traspasa en ocasiones la ficción de las obras y se apodera de la propia vida del autor llevándole al suicidio.
La libertad: El afán de vivir sin normas que condicionen la conducta del individuo ocasiona la aparición de historis protagonizadas por personajes que viven al margen de la ley y de la sociedad (bandoleros, piratas...). Representan la libertad anhelada por los escritores románticos.


el romanticismo en España

Pese a que el Siglo de Oro español había servido de inspiración y modelo a escritores románticos de otros países, España no alumbró autores románticos significativos hasta la década de 1830. Su desarrollo está condicionado por la situación política marcada por el absolutismo de Fernado VII.
El romanticismo fue introducido con éxito en el teatro español por Ángel de Saavedra, duque de Rivas, con Don Álvaro o la fuerza del sino (1835). Discípulo del duque de Rivas fue el poeta y dramaturgo José Zorrilla, quien comparte con aquél el mérito de haber recuperado los temas legendarios e históricos en brillantes poemas narrativos. El espíritu romántico de rebeldía está representado por José de Espronceda, considerado pro algunos críticos como el mejor poeta español de este periodo. Para muchos, la obra de Espronceda se ve superada por la de Gustavo Adolfo Bécquer, quien quizá compuso los poemas románticos más delicados de la lengua española.
La prosa romántica de más calidad se encuentra en los escritos de los costumbristas, autores que describieron al pueblo y sus costumbres desde una nueva perspectiva. Este tipo de prosa está impregnada de un afilado tono satírico en los artículos de Mariano José de Larra, que también escribió varias obras teatrales y una novela. Si bien sus obras no figuran entre las más destacadas de los escritores románticos españoles, Larra fue uno de los autores más interesantes de ese periodo, debido a lo atormentado de su existencia y al alto grado de introspección que alcanza en su obra.
características del romanticismo
supervaloracion del yo:Cansado de la sujeción a la normativa neoclásica, el hombre romántico necesita expresar sus propios sentimientos y emociones, por lo que sus obras se llenan de subjetivismo y emotividad
Irracionalismo:  Se rechaza el racionalismo ilustrado del siglo anterior y se valoran aspectos que son irracionales, como las pasiones, las emociones, la fantasía, los sueños... Si para el individuo neoclásico la verdad era igual a la belleza, para el romántico sólo la belleza es igual a la verdad.
Rebeldía:Los románticos rompen con los moldes neoclásicos y reivindican la libertad creadora del autor