Temática
Como consecuencia del enfrentamiento que se produce entre el espíritu idealista del escritor y la cruda realidad, la desesperación y la decepción se adueñan de las obras literarias y surge una nueva temática muy distante de la del Neoclasicismo, en la que prevalecen los sentimientos sobre la razón.
El amor:Es un tema que posee una doble vertiente. Por un lado, el amor es un sentimiento idealizado y divino que lleva a equiparar a la amada con Dios. Por otro lado, es una fuerza apasionada que domina y destruye al ser humano sometiéndolo a un destino trágico.
La naturaleza:Para el escritor romántico, el paisaje es una proyección de sus sentimientos. Se convierte en una compañera con la que se comunica.
De ahí que prefieran los ambientes lúgubres, libres y agrestes que estén en consonancia con su mundo interior: ruinas de castillos medievales, bosques tenebrosos, cementerios,...
La evacion: El autor romántico huye de su espacio y tiempo presente y se refugia en uno lejano y remoto.
La huida en el espacio le llava a países exóticos orientales y nórdicos, donde recrea su colorido y fastuosidad. La evasión en el tiempo lo conduce, sin ningún interés histórico, a la recuperación de misterios, leyendas y valores de la época remota medieval y del romancero.
La muerte:Éste es un elemento que cobra mucho sentido en el Romanticismo, ya que el héroe no duda en morir por conseguir hacer realidad sus deseos y ambiciones: libertad, amor,...
Este sentimiento traspasa en ocasiones la ficción de las obras y se apodera de la propia vida del autor llevándole al suicidio.
La libertad: El afán de vivir sin normas que condicionen la conducta del individuo ocasiona la aparición de historis protagonizadas por personajes que viven al margen de la ley y de la sociedad (bandoleros, piratas...). Representan la libertad anhelada por los escritores románticos.